Es más seguro un cuchillo con filo, ya que permite realizar menor esfuerzo, no se escurre, y no se cansa la mano tan pronto.
Un cuchillo debe estar visible con el mango hacia usted, alejado del borde de la mesa para así evitar su caída. No lo cubra con ningún objeto que toque la hoja por accidente.
El pescado, la carne, las verduras o el pan son diferentes en consistencia y tamaño. Por ello, existe un cuchillo adecuado para cada uso.
Utilice siempre el cuchillo separado de su cuerpo. Para así evitar lastimarse en caso de que éste se resbale.
Esto implica arriesgarse a graves heridas de corte.
Lo mejor es lavarlos inmediatamente después de su uso, con agua corriente y secarlo. Para sacarlo, hágalo desde el lomo hacia el filo y desde el mango hacia la punta. Nunca por el lado del filo.
Los cuchillos deben mantenerse en un lugar seguro y fuera del alcance de los niños. Usted puede usar un taco de cuchillos, ya que cumple esta doble función. O bien una barra magnética, siempre y cuando el imán tenga la fuerza suficiente y los cuchillos estén limpios.
Evitar dejar el cuchillo sobre la placa de la cocina o cualquier otra fuente de calor, con el fin de evitar daños o quemaduras.
Los buenos cuchillos son una inversión. Con un cuidado correcto, disfrutará de sus cuchillos durante muchos años.
Los cuchillos con mangos de plásticos pueden lavarse en el lavavajillas. Los filos de gran cantidad pueden estropearse si se golpean contra cubiertos, ollas o sartenes. Tenga cuidado de colocar los cuchillos en el lugar correcto para el lavado.
Un cuchillo no puede tener usos incorrectos como destornillador o abrelatas. El filo, incluso, puede dañarse de por vida.
Las tablas inapropiadas como porcelana, cristal o metal hacen que el cuchillo pierda rápidamente su filo. Una buena tabla de cortar debe ser flexible y poder limpiarse con facilidad. Ésta debe ser lavada inmediatamente, luego de su uso.